UN CUENTO

Érase una vez, un Universo oscuro, un Universo negro, un Universo helado y matemático.

No se sabe por qué, dos estrellas se miraron y se enamoraron.

Tan grande y hermoso fue su amor, que dejaron de describir inefables órbitas alípticas, para dibujarse tiernos corazones entrelazados.

¡¡Se querían tanto!! Pero la distancia era tan grande, que no podían acariciarse, ni besarse. ¡¡Si por un solo instante pudieran estar juntas!!

Pero eso estaba prohibido en un Universo oscuro, en un Universo negro, en un Universo helado y matemático.

Aun asi, no se resignaron a vivir separadas, alejadas por un denso y silencioso vacío; así que decidieron quebrantar la eterna ley del perfecto y ordenado Universo. Con un cómplice guiño, se salieron de sus órbitas, convirtiéndose en dos estrellas fugaces, dirigiéndose a un mismo destino a la velocidad del deseo y del cariño.

Solo querían besarse, sabían que ése sería su primer y último beso, pero a pesar de ello, continuaron vertiginosas su sendero suicida... Hasta que se encontraron, fundiéndose en un luminoso y bello abrazo de AMOR Y MUERTE.

Fue el precio que tuvieron que pagar por quererse en un Universo oscuro, en un Universo negro, en un Universo helado y matemático.

Ellas fueron las primeras, pero si alguna noche de verano, mirando al cielo, ves una estrella fugaz, piensa que en algún lugar hay otra, que están enamoradas y que aunque vivamos, en un Universo oscuro, en un Universo negro, en un Universo helado y matemático, lograrán encontrarse, se besarán por un instante nada más y desaparecerán entre destellos de AMOR Y TERNURA.


domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Por qué te quiero?



Quiero que sepas que amarte es sentir,
que quererte es abrazar la vida
y que tenerte es respirar
Quiero regalarte mi vida,
darte mis segundos,
entregarte mis sentimientos
y compartir mi ser contigo
porque te quiero
Te quiero en lo más profundo de mi alma,
de mi ser… de mi vida.
Te quiero como no quise nunca,
pues hasta que no te conocí,
no conocí el verdadero significado del verbo amar.
Te quiero, más allá de la pasión
y de los sentimientos.
Te quiero cada día, cada instante,
en cada pensamiento, en cada mirada,
en cada silencio, en cada palabra.
Te quiero en tu recuerdo, en tu presencia.
Te quiero en mi añoranza de ti.
Te quiero sin pedirte nada a cambio,
simplemente te quiero.
Y aunque tú no me quisieras,
yo te seguiría queriendo eternamente igual.



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